Sahuayo.
Pese a los constantes esfuerzos
realizados tanto por los trabajadores del barro en Sahuayo como por las
autoridades locales, la contaminación ambiental generada por la quema de
llantas sigue afectando a la ciudadanía.
Es de destacar que docenas de
familias dedicadas a la producción de ladrillo y teja de esta ciudad han
acostumbrado utilizar neumáticos y desechos de la industria huarachera a manera
de combustible para la cocción de sus productos lo que ha ocasionado una severa
contaminación y ha ocasionado también que autoridades ambientales hayan
intentado ya ejecutar sanciones a este sector.
Vale precisar que en su momento, las
autoridades locales señalaron no poder intervenir ya que la mayoría de estas
ladrilleras se ubican en la zona ejidal o en zonas federales cercanas a los
cuerpos de agua; sin embargo en reiteradas ocasiones se ha buscado establecer
mecanismos que permitan que los productores de ladrillo sigan con su actividad
económica a través de procesos menos agresivos con el medio ambiente.
Sin embargo y debido a los costos que
les representa, los productores de ladrillo, salvo algunas excepciones, se
resisten a dejar de utilizar estos combustibles de desecho que prácticamente
les resulta regalado.
Pese a que Sahuayo es una de las
ciudades más completa en cuanto a la existencia de ordenamientos y reglamentos
locales no se tiene conocimiento de un reglamento en el ámbito local que
prohíba la quema de llantas o desechos de industrias para la cocción de los
productos de barro.
Lo anterior sin considerar aún el
tema del riesgo a la salud pública que esto genera; datos recabados en los
módulos de atención de la Secretaría de Salud en este municipio señalar que, en
promedio durante la temporada invernal 7 de cada 10 consultas están
relacionadas con el tema de afecciones a las vías respiratorias aunque, de esta
porción de atendidos no puede aún precisarse si son a causa de los cambios
estacionales o la polución generada por las ladrilleras y emisiones de
automóviles.
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