FRANCOTIRADOR...
Tristemente lo que ocurre en
Venustiano Carranza a raíz de la muerte del edil Edgar Gil ni es nuevo ni está
fuera de lo normal, por muy pequeño que sea un municipio los actores políticos
de ese lugar nos han enseñado que el poder es el poder.
Evidentemente el tema se centra en
quién concluirá la actual administración como una preparación para las próximas
elecciones y en ese tenor todos los escenarios de expresión son válidos y son
válidos los actores políticos internos, externos y hasta los invitados.
Para los analistas políticos
Venustiano Carranza (San Pedro) no representa un número de votantes que
pudieran inclinar la balanza electoral del distrito aunque para los
sampedrocarenses (es el gentilicio) el tema de quien resulte designado por el
Congreso del Estado para gobernar lo que resta del periodo resulta de vitalo
importancia.
Es de recordar que en 1935 se erige
el municipio de Venustiano Carranza para convertirlo en bastión priista afín al
General Cárdenas y ser, en aquel entonces, un verdadero contrapeso sobre todo
en los temas agrarios.
Lo que ocurre en Venustiano Carranza
podría parecer incluso bizarro pues por un lado de manera extraña tanto el
Secretario como el Síndico simplemente dicen que no les interesa la posibilidad
de convertirse en alcalde por lo que resta de la administración y la titular
del DIF que, para efectos legales no tendría posibilidades se apunta como quien
terminará gobernando.
Pero en fin, entre acusaciones,
reuniones secretas, deslindes de regidores y denuncias de funcionarios además e
discursos por parte de los familiares directos del fallecido edil lo que ocurre
es que un tema tan serio como la gobernabilidad de un municipio se ha
convertido en un mar de chismes y rumores.
Gran parte de la culpa la tienen los
legisladores que de repente tienen iniciativas tremendas y de repente les gana
la apatía; en un estado tan conflictivo por las ansias de obtener una alcaldía,
¿No sería lo lógico que existiera una reglamentación clara y precisa respecto a
quién gobierne ante la ausencia del edil? ¡Claro que existe! El problema es que
existen cabildos como el de Venustiano Carranza que creen firmemente que los
acuerdos internos están por encima de la ley o los reglamentos.
Resulta también extraño que
funcionarios que han buscado desde hace décadas el poder municipal simplemente
decidan dar un paso al costado cuando están a punto de obtener la alcaldía no
como un logro personal sino simplemente para completar un proyecto al que se
habían comprometido con el fallecido alcalde Edgar Gil; resulta realmente
increíble (en el sentido de que no se les cree) cuando piden que actores
políticos externos saquen las manos cuando ellos no están dispuestos a asumir y
cumplir lo que dijeron durante su toma de protesta: “cumplir y hacer cumplir la
ley”.
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