Jiquilpan.
Se trabaja para desactivar la veda
existente en regiones de Michoacán para garantizar el desarrollo de actividades
humanas y productivas toda vez que existen lugares en los que se cuenta con el
potencial hídrico necesario.
De acuerdo a la Comisión Nacional del
Agua, en la delegación de Michoacán en la región hidrológica del Río Lerma al
norte de la entidad no hay disponibilidad de agua para nuevos
aprovechamientos en tanto que en la Cuenca del Río Balsas existe una
reserva de aguas para la generación de energía desde mediados del siglo pasado
que impide que se otorguen aguas para nuevos aprovechamientos en la región.
Los nuevos aprovechamientos pudieran
darse en una pequeña porción de la parte baja de la Cuenca del Balsas donde
existe una disponibilidad media anual cercana a los 9 mil millones de metros
cúbicos; en esta cuenca del Balsas, de acuerdo con la información de la Conagua
existe una liberación de volúmenes cercana a los 57.8 millones de metros
cúbicos de agua exclusivo para el aprovechamiento de consumo humano.
La información destaca también que
hay disponibilidad de agua en toda la costa michoacana, estos es casi mil 600
millones de metros cúbicos para cualquier uso en tanto que en la región
hidrológica de Cuahuayana hay una disponibilidad de poco másd e un millón de
metros cúbicos.
En el año de 1948 se decretó una veda
que impide cualquier nuevo aprovechamiento de aguas en esa región y de acuerdo
a la representación en Michoacán de la Conagua se trabaja para eliminar esta
veda y tener disponibilidad de agua en esa zona.
Lo anterior no significa que no se
tenga agua sino que lo que se tiene es un impedimento en ciertas regiones de la
entidad para la creación de nuevos aprovechamientos ya que para los
aprovechamientos establecidos se cuenta con agua suficiente derivado del último
ciclo de lluvias para enfrentar el periodo de estiaje del ciclo 2017-2018.
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