Foto: Archivo Insurgente. |
FRANCOTIRADOR...
Me contaba mi amigo
Jorge Espinoza, experimentado comunicador, de una anécdota ocurrida en el Pátzcuaro
de los años 40’s sobre una pelea entre un tigre y un elefante en un circo de
mala muerte.
Estaba ya el tranquilo pueblo aburrido de los espectáculos
que brindaba el circo de marras que simplemente habían dejado de asistir y es
que además era un circo con mala suerte en el que los enanos crecieron, los
payasos se volvieron bohemios y la mujer
barbuda se afeitó por lo que el dueño, empecinado en recuperar la audiencia
tuvo la genial idea de anunciar una lucha a muerte entre un tigre y un
elefante.
Presuroso mandó hacer los carteles y mandó voceadores en cada
esquina del pueblo para anunciar tan singular batalla; durante semanas, en la
sobremesa de los hogares, los cafés, las cantinas, las escuelas y los molinos
el tema de conversación y de apuestas era quién ganaría tan extraordinario
combate.
Por fin el esperado día del encuentro llegó y desde muy
temprano propios y extraños se acercaron al lote baldío en el que se había
instalado la carpa de circo, las palomitas de maíz y los refrescos se vendían
al doble del precio normal; ya adentro mientras la gente tomaba sus asientos,
los ayudantes de pista acercaban las jaulas cubiertas por negras sábanas y las
ponían frente a frente.
Redoble de tambores, expectación total, silencio absoluto…
las sábanas fueron retiradas, las jaulas abiertas y los animales… ¡inmóviles! Ni
gritos ni sombrerazos, ni cuchileos ni mentadas de madre hicieron moverse al
par de animales y, como es natural la gente exigió que les devolvieran sus
entradas.
Y poco más o menos ocurrió en Jiquilpan donde el común de la
población esperaba con la misma expectación el choque de fuerzas, la rebatinga,
el jaloneo, el zaperoco pues entre los integrantes del Frente Electoral
conformado por el PAN, PRD, MC y PVEM por los espacios disponibles en la
planilla y, posiblemente, después por la administración municipal.
Pues resulta que este enfrentamiento no se dará porque
simplemente cada quien recogió sus canicas y ya no quiso jugar en equipo; el
Verde anunció que se van por su cuenta a presentar candidato propio y parece
que el PAN y el PRD no les queda más remedio que apechugar y construir en unas
semanas lo que no han logrado construir en los años previos de tal suerte que
lo que se preveía como una elección de cinco aspirantes se convierte en una
elección de ocho aspirantes y lo más grave es que históricamente Jiquilpan
nunca ha rebasado los 15 mil votantes así que la suma y la resta de votos se tendrá
que hacer de un partido a otro.
Evidentemente esto rompe los esquemas que se estaban
planteando pues a más de los candidatos emanados de los partidos políticos, los
ciudadanos que aspiran a ser candidatos independientes no incrementarán la
votación regular, simplemente entrarán a repartir lo poco que hay que repartir.
Por eso, el clamor general del ciudadano ilusionado con el
espejismo de la pelea del tigre y el elefante no tiene más que pedir que
regresen las entradas.
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