Jiquilpan.
Podrían presentar denuncia por
difamación a usuarios de redes sociales en Jiquilpan por fomentar conflictos
entre la Iglesia y una fundación cultural lo anterior luego de que usuarios de
esta ciudad publicaran y difundieran información en el sentido de que la
Fundación Feliciano Béjar AC intentaba apropiarse del atrio de la
Parroquia de San Francisco.
La información difundida por diversos
usuarios de redes sociales indicaba que la Fundación Feliciano Béjar
intentaba apoderarse de parte del atrio para establecer una cafetería en el
acceso poniente de lo que fuera la tienda El Porvenir propiedad de los padres
del artista plástico Feliciano Béjar.
Ante ello el presidente de esta
fundación Jesús González Schmal emitió un comunicado a la ciudadanía en el
que establece, entre otras cosas, fue la parroquia la que inicialmente intentó
hacerse con la propiedad de la finca de la familia Béjar.
“Deseo asegurarles que en este
comunicado nos anima únicamente la necesidad de plantear con rigor moral la
situación que innecesariamente se generó en Jiquilpan a raíz de la llegada de
las nuevas autoridades eclesiásticas. Inicialmente tenían la intención de
comprar la propiedad en cuestión para hacer crecer la parroquia y era la única
propiedad en la cual lo podían hacer así fue manifestado a la dirección del
museo, posterior se intentó levantar una barda perimetral en la superficie que
hasta 1929 fue el atrio de la Iglesia de San Francisco, que no le fue posible
por falta de sustento lógico, social y legal. Después, se propusieron
impedirnos el acceso al inmueble que fue propiedad de la Familia Béjar, por la
puerta ubicada en el lindero norte que colinda con el Jardín Público Jiquilpan
de Juárez”.
González Schmal destaca que tal
petición fue expresada así en forma verbal y amenazante a nuestra
asociación. Finalmente en reunión con el Mtro. Foley Director de la Casa Museo
El Porvenir, solicitó se le regalara la casa a la Parroquia para fines
culturales.
“En mi carácter de Presidente de la
Fundación Feliciano Béjar A.C. me permito informarles que el proyecto de
utilizar el inmueble señalado obedece a la mejor intención de sus legatarios,
no solo para honrar la memoria de tan insigne artista pictórico-escultural
originario de Jiquilpan (con reconocimiento mundial) sino, también, el rescatar
del semi-abandono dicha edificación que se encontraba en desuso y presentaba
una imagen de deterioro a su entorno, incluyendo la hermosa Iglesia de San
Francisco”
El texto enviado a diversos actores
sociales de esta ciudad cita también que “No logramos entender las motivaciones
que puedan tener la nueva y actual autoridad eclesiástica para tal oposición a
nuestro esfuerzo, ya que por lo que se refiere al aspecto cultural del nuevo
uso, no cabría objeción alguna porque, en todo caso, estaríamos sujetos a la
autorización municipal, estatal y federal que lejos de restar méritos a estas
iniciativas de rehabilitación de inmuebles de valor histórico a tan encomiable
destino cultural, nos han respaldado y estimulado. Tampoco procede que se
pretenda limitarnos la vía de acceso por la puerta que conduce al Jardín
Público, porque no existe derecho alguno para hacerlo y se vulnerarían no solo
los que de siempre han tenido los propietarios sino incluso, normas de
protección civil y sentido común”.
Destaca también que dada las falsas
acusaciones y amenazas suscitadas “nos vimos en la necesidad de investigar para
no causar una división en la comunidad en diferentes dependencias del gobernó
federal y llegar a una aclaración, pero al percatarnos de las diferentes
infamias y mentiras descubrimos lo siguiente:
Por lo que se refiere al
aspecto legal, tal como se desprende del Certificado de Derechos de Uso a la
Asociación Religiosa contenidos en el Folio Real 15122/1 del 14/10/2004 y la
Inscripción de Propiedad correspondiente del Gobierno Federal que establece en
1199.45m2 (que corresponden al área construida) la dimensión del templo con
anexos y, el resto de la superficie fue destinada a uso público abierto,
aclarándose en la carta de Derechos y Deberes de la Asociación Religiosa: “Usar
el inmueble de manera exclusiva, para los fines religiosos contenidos en su
objeto”.
Por consecuencia, asegura el
comunicado, la superficie construida de la Iglesia y sus oficinas, están a
salvo para el uso del servicio religioso, no así los espacios públicos
circundantes, que no están sujetos a limitación alguna desde que guardan dicha
condición jurídica. La libre circulación peatonal como cualquier acera en vía
pública y la realización de actos cívicos y religiosos como con frecuencia
ocurren sobre todo en festejos anuales, no obstan para hacer posible el acceso
a los inmuebles ubicados precisamente en el lindero de dicho espacio comunitario.
Finalmente se señaló que podría
recurrirse a acción legal contra quienes han señalado que la fundación
Feliciano Béjar pretende lucrar con el atrio de la parroquia.
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