Esperando a un funcionario municipal. |
Ciénega.
Prácticamente sin acceso a espacios y
edificios públicos las personas con capacidades diferentes de la región Ciénega
de Chapala derivado de una planeación de infraestructura urbana poco inclusiva.
Como ejemplo, baste señalar que a
excepción de Cojumatlán, las oficinas de los alcaldes se ubican en la segunda
planta de los palacios municipales con escaleras que resultan poco amigables
tanto para las personas de la tercera edad como para las personas que sufren
algún tipo de discapacidad motriz lo que, en los hechos, coarta su derecho de
audiencia y tienen que esperar a los funcionarios al exterior de las alcaldías.
Los espacios públicos como plazas
resultan en ocasiones inaccesibles como los casos de Jiquilpan y Sahuayo donde
los escasos espacios de acceso existentes recurrentemente se encuentran
bloqueados o son poco útiles para quienes tienen la necesidad de usarlos. Mismo
caso ocurre con los centros de espectáculos o culturales que no se
encuentran habilitados para que quienes carecen de habilidad motora puedan
disfrutarlos.
Quizá lo que más complica el tema es
que no existe una cultura de inclusión eficaz pues de manera recurrente este
sector poblacional se ha visto relegado en espacios públicos y servicios pues
recurrentemente los lugares de estacionamiento y las rampas de acceso son
bloqueadas por comerciantes y automovilistas; de hecho personas con capacidades
diferentes han denunciado que algunos puestos de comida al interior del Mercado
Zaragoza de Jiquilpan se han negado a vender sus productos a personas con
capacidades diferentes o casos como el comité municipal del PRD de donde fue
robada una rampa de acero que había donado el tesorero de este comité para que
las personas con capacidades diferentes pudieran acceder a las asambleas.
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