FRANCOTIRADOR.
No es sencilla la lectura de lo que ocurrió el domingo 8 de abril en la plaza de la Aguadora con el arranque de campaña por un escaño en el Senado de la República de Cristóbal Arias pues si bien hubo la buena voluntad en la gente que organizó el evento también queda claro que un evento político de este calibre no se rescata con buena voluntad.
La plaza semi vacía, con más asistentes foráneos que locales no fue sino el reflejo de un manejo elitista por parte de quienes organizaron al grado de que, en el estrado, ni estaban todos los que eran ni eran todos los que estaban.
Y es aquí donde es complicado dar una lectura al evento pues más allá del contenido de los discursos el cuadro completo no era halagador para Cristóbal Arias en la cuestión estrictamente personal, en lo que a su candidatura se refiere al menos.
Evidentemente hubo quienes vieron una fractura abismal en MORENA sin embargo, el partido político como fenómeno social en el ámbito municipal está quizá más fortalecido de lo que lo estuvo en los últimos años, a diferencia de la elección anterior, se cuenta ahora con estructura, liderazgo y una unidad que no había tenido.
A través de la Coordinación Municipal, Roberto Mejía ha logrado conjuntar las voluntades de los actores políticos y liderazgos sociales sin importar afiliaciones políticas o creencias, ello le ha permitido consolidar un proyecto que durante varios años no existió y que posiciona a MORENA con altas posibilidades de competencia en la campaña electoral tanto de Andrés Manuel López Obrador como de Cristóbal Arias, la fractura pues en MORENA de Jiquilpan es nada más atribuible a los tiempos marcados por las autoridades electorales para los arranques de campañas federales y estatales y habrá que esperar al arranque de las locales para saber si hay o no fracturas.
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