Jiquilpan.-Debido a la contingencia de salud global, los eventos alusivos al CX aniversario del inicio de la Revolución Mexicana se remitieron a una sencilla ceremonia realizada en la explanada del monumento al General Lázaro Cárdenas al sur de la ciudad en la que los discursos oficiales corrieron a cargo de la representación dl Instituto Tecnológico de Jiquilpan y el presidente de los locatarios del Mercado Zaragoza.
En ambas piezas de oratoria se dio cuenta de los orígenes y fundamentos sociales y políticos de esta Revolución que buscaba justicia para los sectores más vulnerables del País; al evento se dieron cita representantes de organizaciones transportistas, centro de investigación y enseñanza así como autoridades ejidales.
La Revolución en Jiquilpan.
La Revolución Mexicana también albergó entre sus filas grupos y caudillos que vieron en la guerra una fuente de riqueza y poder; en las regiones de la Ciénega y la sierra Jalmich, los revolucionarios se volvieron especialistas en solicitar préstamos forzosos a los rancheros de estas regiones; junto a los préstamos en efectivo, los revolucionarios salían de los pueblos y rancherías con buenos caballos, bien comidos y cargando sobre su conciencia con la virginidad de alguna dama de sociedad o de pueblo.
“Abrieron la lista de visitantes ilustres don Antonio y don Jesús Contreras, oriundos de Jiquilpan, que en número de 25, llegaron a San José en junio de 1913, convocaron a los ricos de la localidad y les señalaron las monedas con que cada uno iba a contribuir a la causa”. La región propiamente de la Ciénega de Chapala también contó con su grupo de bandoleros integrado por rancheros de Sahuayo, Cojumatlán, Jiquilpan y San José, se auto nombraban La Puntada y se escondía en la Barranca de La Chicharra, donde convergen los 4 municipios ya citados; este grupo, que a la postre se sabría estaba integrado por hijos de familias pudientes de la región, era especialista en secuestrar, extorsionar y matar a rancheros de mediano pelo. “El Coco principal de La Puntada fue la guarnición de San José. En muchas ocasiones los de Apolinar Partida fueron a hostigarla en su madriguera y le hicieron muertos” destaca Luis González (Pueblo en Vilo, Colegio de Michoacán, 1995).
Como parte del extenso territorio mexicano, la región Ciénega de Chapala vivió tiempos de convulsión durante el periodo revolucionario; En Cojumatlán, Andrés Magaña y varios rancheros de la región abrazaron la causa maderista: “Pero fue una llamarada solamente, el triunfo revolucionario y la llegada a México de Madero, hizo que la gente de Magaña, sin haber tenido un solo combate, volviera a sus terruños”.
En el pueblo de Jiquilpan, con apenas 19 años de ser elevado al rango de ciudad, por decreto del entonces gobernador Mariano Jiménez, los años anteriores a la Revolución parecían una época de ensueño: “En aquellos años, los jiquilpenses, o al menos la inmensa mayoría de ellos, eran felices en todo lo que cabía serlo aquí, las cosechas se daban duplicadas o triplicadas en esos tiempos, el ganado aumentaba en igual cantidad; las fiestas, el lujo y el dinero eran como parte de un glorioso sueño”.
Como en todos los movimientos armados en el planeta, la carne de cañón fue puesta por las clases más humildes mientras que las capitanías fueron asumidas por rancheros de medio pelo y caciques regionales; en el caso concreto de México, el progreso había dejado a la vera del camino a los campesinos y peones de haciendas que en ese entonces eran el 15 por ciento de la población total
La visión de un porfiriato con más bondades que maldades fue ampliamente compartida incluso hasta nuestros días por integrantes de la clase dominante: “Tengo la opinión de que don Porfirio Díaz fue un gran mexicano, fue honrado porque cuando se fue del país iba relativamente pobre” En contraparte el pueblo, esa masa heterogénea contaba otra historia, la que les tocó vivir culminada la etapa Revolucionaria: “En la región conocida como la Ciénaga de Chapala , en vez del vergel que evidenciara la riqueza resultante de la conjunción del esfuerzo humano con la naturaleza, lo que se veía en estos tiempos limítrofe eran los campos abandonados”
Gráficas:
Conmemoración del XC aniversario en Jiquilpan.
Fuentes:
Sucesos Históricos de Tizapán el Alto, Ignacio Hernández Aguilar, Luna Editores, 1971.
Cojumatlán a través de su historia, Gabriel Montes, monografía.
Jiquilpan Histórico y Tradicional, Jorge Martínez, 2001, monografía
Entrevista con Amadeo Betancourt, Guillermo Ramos Arizpe/Ángeles Manzano, Centro de Estudios de la Revolución Mexicana, 1982
Jiquilpan 1920-1940, Salvador Rueda Smithers/Guillermo Ramos Arizpe, CERM, 1994.
Sindicalistas extranjeros en la Revolución Mexicana, Anna Ribera Carbó, XXIV Jornadas de Historia de Occidente, México: Movimientos Migratorios, 2002.
¿Está muerto Emiliano Zapata? Alicia Olivera, Coordinación de Estudios Históricos del INAH, 1979